Ammarantha: La Voz Inquebrantable por una Educación Inclusiva y Justa
Artículo escrito por: Ginna Soto y Programas Solidarios ITA-CHO
Ammarantha es una luchadora incansable, una lideresa cuya voz retumba en defensa de aquellas personas cuyas vidas han sido marcadas por los efectos de una sociedad patriarcal y excluyente. Desde niña, su mundo fue un constante aprendizaje, un absorbente proceso de entender y desafiar las barreras impuestas por lo “diferente”. Su discapacidad visual no solo la convirtió en una guerrera desde sus primeros años, sino que la impulsó a abrazar una causa que la acompañaría por siempre: el derecho a una educación inclusiva y digna.
En su infancia, enfrentó la realidad de una sociedad que no estaba preparada para aceptar la diversidad. Los profesionales de la educación, temerosos e ignorantes, se resistían a trabajar con estudiantes con discapacidades, y esto solo alimentó el deseo de Ammarantha de luchar por lo que era justo. A pesar de las barreras, la pequeña semilla de la docencia ya germinaba en su corazón, asomándose en cada juego, en cada gesto, anticipando la maestra y defensora que sería.
La educación pública fue su aliada, aunque a veces pareciera distante. En las universidades, descubrió las complejidades del sistema educativo, los desafíos que enfrentan las instituciones, pero, sobre todo, las luchas diarias de quienes anhelan una vida y una educación dignas. Fue ahí donde comprendió que los “nadie”, los invisibilizados por la sociedad, también importan. Y su crecimiento, tanto personal como comunitario, comenzó a forjarse en las trincheras del activismo y la docencia.
Su activismo se fortaleció en las mesas de discusión de las universidades públicas, ganando terreno a cada paso, demostrando que en las conversaciones sobre educación debe estar presente la diversidad en todas sus formas. Estas experiencias la llevaron a Planeta Paz, donde encontró un espacio para continuar su lucha por defender lo público, por hacer visible las problemáticas y limitaciones que enfrenta el derecho a la educación.
Sus logros no solo están marcados por la apertura de nuevas discusiones, sino también por la posibilidad de que estos temas se aborden con un ojo crítico, sin temor a incomodar. Ammarantha es consciente de que el camino es largo, pero está dispuesta a seguir avanzando, a seguir construyendo tejidos sociales que fortalezcan la lucha. Porque, como ella misma lo dice, “una se cansa de los ‘no’, de las dificultades, de la inequidad en el acceso a la educación superior.” Y su cansancio se transforma en fuerza, en un deseo feroz de hacer de las escuelas y universidades un lugar donde todos, todas y todes tengan un espacio en la mesa de discusión.
Para Ammarantha, el futuro es un campo fértil de oportunidades. “Quiero que nos reconciliemos con las instituciones que nos hicieron daño”, afirma, con la certeza de que esa reconciliación será la clave para transformarlas desde adentro. Ella sueña con un mundo donde las escuelas sean verdaderos centros de inclusión, donde la diversidad sea celebrada y donde todos podamos contribuir a construir una educación superior justa para todas las personas.
Y si ella pudiera hablar con la pequeña Ammarantha de cinco años, le diría con ternura: “Tranquila, niña mía. Sigue apegada a lo bueno, a las personas y las causas que valen la pena. Tal vez no hagamos todo lo que soñamos, pero habremos construido algo valioso, algo que dejará huella. Y eso es lo que importa.”
Ammarantha nos invita a soñar con un mundo diferente, uno donde la lucha por la justicia educativa es, ante todo, una lucha por la dignidad humana.
Si quieres conocer más sobre Ammarantha y nuestros becarios y becarias, te invitamos a escuchar nuestro podcast “Jóvenes, Vidas y Retratos”, ya disponible en Spotify. Descubre las inspiradoras historias de nuestros estudiantes y cómo están transformando sus vidas a través de la educación.
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¡Muchas gracias por hacer parte de quienes luchan por la educación en Colombia!